El rol es una conducta que se prescribe desde fuera, es lo que socialmente se espera que hagamos. En un grupo, estos roles se manifestarán según el funcionamiento y las tareas que se asuman en el grupo y pueden ser positivos o negativos para el funcionamiento del mismo.
Entre los roles positivos destacamos:
El líder emergente o natural: es la persona fuerte del grupo y el resto de sus miembros le reconocen su autoridad y le respetan.
El orientador: orienta al grupo hacia las ideas y temas centrales.
El moderador: calma al grupo y reduce las tensiones, orienta las ideas separándolas de los sentimientos.
El secretario: es la memoria del grupo, recoge la información generada por el grupo.
El experto: proporciona información valiosa al grupo, aunque a veces puede quedar como un “sabelotodo”.
El clarificador: pide explicaciones, precisa los términos y ayuda a la clarificación del grupo.
El alentador: estimula y reconoce las intervenciones de todo el mundo.
El acelerador: imprime ritmo a las reuniones, aunque su prisa a veces, no contribuya a la eficacia del grupo.
El líder institucional: es la persona investida de autoridad, y ejerce la función de terapeuta, animador, o educador, dentro del grupo.
Entre los roles negativos destacamos:
El crítico: censura sistemáticamente todo lo que se hace y se dice, pero cuando se le pregunta nunca da su opinión.
El paralizador: bloquea al grupo, cuestiona los métodos y trata de que todo se replantee constantemente.
El pesimista: piensa que los esfuerzos del grupo son inútiles y que nunca van a conseguir sus objetivos.
El jovial: se dedica a hacer cómico todo lo que se habla en el grupo.
El oponente sistemático: parte del supuesto de que sólo sus ideas son válidas.
El dominador agresivo: intenta imponer sus ideas doblegando a los demás.
Aunque todos estos roles son importantes, sin duda alguna requiere una especial atención la figura del líder del grupo, ya que este determina en gran parte la distribución de roles en el grupo y propicia de una forma directa el que el grupo pueda conseguir sus objetivos y por lo tanto, satisfacer sus necesidades. El líder puede adoptar diversos roles que vamos a explicitar en el siguiente apartado.
5. Roles del líder
El liderazgo constituye uno de los roles más importantes asociados a la posición del miembro dentro de la estructura grupal. Según Castillo (2007), el líder orienta y conduce al grupo hacia unos objetivos determinados manteniendo al grupo cohesionado.
En una reunión el líder tiene que tener un papel de dinamizador. Según S. Froufé, el animador tiene las siguientes funciones:
- Producción: relacionado con el contenido de las reuniones el animador relacionará los temas a tratar y recordará los objetivos del grupo, a su vez señalará el progreso del grupo desde su inicio hasta su actualidad.
- Facilitación: el animador debe propiciar un clima de comunicación entre los integrantes del grupo, tiene que resaltar que todas las aportaciones de todas las personas son importantes para el grupo.
- Regulación: es una de las funciones más difíciles. El animador tiene que interpretar los sentimientos y emociones que salen del grupo (principalmente de los conflictos) para asegurarse la unidad funcional (es decir, conseguir la meta del grupo)
Actuaciones para dinamizar la reunión:
- Estimular la participación: creando un buen clima grupal, asegurándose que¾ todas las personas intervienen y forman parte del grupo, sin agobiar a aquellas personas más tímidas o silenciosas
- Intervenir cuando el grupo se bloquea: es necesario que primero se analice el motivo del bloqueo o la falta de entendimiento si se trata de un conflicto interpersonal
- Llevar al grupo hacia los objetivos propuestos: se trata de centrar las intervenciones de los miembros del grupo en la dirección al tema a tratar, es decir la toma de conciencia del momento en el que se encuentran respecto a los objetivos marcados por el grupo.
Según Bales, los roles cuando hablamos del líder se centran en dos perspectivas:
Rol socioemocional: es el líder que se centra en el bienestar personal y social de todos los miembros de su grupo, busca la cohesión y facilita la comunicación grupal y el rol de tarea: es el líder centrado en la meta-objetivo del grupo, busca que el trabajo sea lo más efectivo posible. La conjunción de los dos roles en la misma persona denotaría un liderazgo maduro y una gran satisfacción grupal (ya que este tipo de líder se preocupa tanto de la satisfacción del grupo como de la satisfacción personal de cada uno de sus miembros lo que provoca una mayor cohesión social hacia el grupo).
5.1. Tipos de liderazgo
Dependiendo de la forma de actuar del líder podemos diferenciar entre tres tipos de liderazgo: el autoritario, el democrático y el laissez faire.
El líder autoritario: determina por completo el modo de proceder del grupo, impone técnicas y actividades, e incluso las interrelaciones entre los miembros del grupo a la hora de desarrollar un trabajo. Normalmente es un tipo de liderazgo con un claro matiz empresarial, en el que el trabajo es esencial a la hora de determinar las relaciones entre los miembros del grupo.
El líder democrático: permite que el grupo determine los planteamientos generales, esboza las conductas que conducen al objetivo grupal y sugiere procedimientos alternativos. Este líder permite que los miembros del grupo tengan una relación más fluida y atiende a las necesidades de los mismos, por lo que normalmente es considerado el mejor tipo de líder.
El líder laissez-faire: no participa en las actividades grupales, da al grupo completa libertad para tomar sus propias decisiones, proporciona material e información cuando se le solicita y rara vez comenta las actividades de los miembros. Este tipo de líder suele provocar conflictos dentro del grupo debido a su baja intervención en el mismo.
5.2 el dinamizador de grupos
El dinamizador tiene que poseer una serie de atributos que le faciliten su labor y eficacia, como por ejemplo:
1. Tiene que poseer un estado de equilibrio y madurez psíquica, (si se está mal emocionalmente, va a ser muy difícil que pueda atender a las necesidades de los demás).
2. Tiene que tener confianza en las capacidades de los miembros del grupo, las expectativas son fundamentales para fomentar la confianza en cada uno de los miembros del grupo, si estas son positivas, normalmente transmite seguridad y las actividades del grupo suelen concluir de una forma adecuada.
3. Flexibilidad mental y emotiva, (el líder va a tratar con múltiples personas y con múltiples ideologías, por lo tanto, debe de ser empático y ser capaz de ponerse en el punto de vista de todas las personas del grupo. A veces se le exigirá por parte del grupo que tome “partido” en los posibles conflictos que surjan entre sus miembros).
4. Apertura, tolerancia y disponibilidad hacia los otros, (el animador tiene que ser accesible al grupo, tiene que ser una persona que está dispuesta a atender a las demandas de los demás y hacerles sentir que se sienten escuchados por una persona a la que ellos admiran y respetan por su labor en el grupo).
5. Competencia interpersonal que implica la capacidad de establecer relaciones funcionales con los otros, (tiene que practicar de forma habitual y natural múltiples habilidades sociales), para que una persona consiga sus objetivos y pueda coordinar un grupo debe poseer cierta capacidad de persuasión y de habilidad social para optimizar el resultado de las relaciones con los demás.
6. Resolución de conflictos grupales
Los conflictos son situaciones en las que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo a causa de la incompatibilidad entre sus intereses, necesidades, deseos o valores. Para la resolución del conflicto deben darse dos condiciones básicas: el enfrentarse al conflicto y el definir posiciones e intereses.
- Enfrentarse al conflicto: es el primer paso, reconocer que existe un problema. La buena disposición, el diálogo y sobre todo un abordaje rápido y objetivo, son variables que propician la resolución del mismo.
- Definir posiciones e intereses: las posiciones son lo que cada parte trata de alcanzar y pueden constituir las causas del conflicto. El interés es la razón por la cual se desea satisfacer el objetivo.
En la resolución del conflicto hay que establecer una secuencia de actuación:
1. definir el problema. Acotarlo para que sólo se trate ese problema y no otros que pueda tener el grupo, ¿qué está pasando?, ¿qué va mal?.
2. Analizar las posibles causas. Preguntarse cuál es la causa principal del problema y en qué afecta a las partes implicadas en el conflicto.
3. Definir claramente los objetivos. Establecer qué se quiere conseguir y un orden de prioridades para conseguirlo.
4. Buscar alternativas posibles. Hacer una lista de soluciones, buscando los beneficios mutuos.
5. Elegir la mejor solución. Intentar que ninguna de las partes salga perdiendo. Hay que averiguar qué están dispuestos a ceder para propiciar la resolución del conflicto.
Para que se considere que la resolución del conflicto ha sido la adecuada, las dos partes que configuran la situación problemática tienen que quedar satisfechas con la solución escogida. Sin duda alguna, la resolución de conflictos de forma satisfactoria es una de las técnicas más difíciles de llevar a la práctica en la vida real.
7. Técnicas de trabajo con grupos
Para dinamizar el grupo podemos utilizar diversas técnicas que nos van a ayudar a superar los obstáculos en los que puede bloquearse un grupo de personas. Según lo que el terapeuta quiera tratar se pueden hablar de distintas técnicas de trabajo grupal, entre ellas destacamos las siguientes:
Técnicas de sensibilización e integración:
Lewin en 1946 propuso este tipo de técnicas para favorecer el conocimiento entre las personas y mejorar así las relaciones interraciales. (La primera vez que se usó este tipo de técnicas fue para combatir los prejuicios raciales, los prototipos negativos que nos hacemos de otras personas que consideramos “diferentes” a nosotros).
Los talleres de sensibilización suelen tener una estructura flexible y se centran en las interrelaciones de los sujetos y en su aquí y ahora. Entre las dinámicas destacamos: la tarjeta de presentación, ¿quién es usted?, parejas rotativas, técnica del espejo, la telaraña…(en definitiva, todas aquellas dinámicas que sirven de presentación y conocimiento del grupo y que suelen provocar cohesión entre sus participantes).
Técnicas de resolución de conflictos:
Tratan de resolver problemas grupales. A través de la descripción de la situación-problema, el grupo tiene que plantear posibles soluciones y elegir la mejor. Entre las dinámicas propuestas está: la ley del mar, problemas morales, la isla desierta…
Técnicas de participación y creatividad:
Son técnicas para fomentar la opinión y participación de los miembros de un grupo. Destacamos: la asamblea, el brainstorming, el corrillo, el foro o debate, la mesa redonda, Phillips 6/6, simposio, panel progresivo, etc.
Técnicas de representación o dramatización:
Jacob. L. Moreno aportó el psicodrama y la psicoterapia en grupo para intentar solucionar diversos problemas emocionales, comunicativos y asertivos. Son técnicas que se suelen utilizar para incrementar en nivel de habilidades sociales de los participantes. Entre las dinámicas que destacamos en este grupo están: la inversión de roles, el soliloquio y el role-playing.
Técnicas para formación de grupos:
Este tipo de técnicas sirve para distribuir un gran grupo en pequeños grupos, de una forma aleatoria. Entre las dinámicas que existen destacamos: el método Oxford, el método collage, la representación de roles…
¿Cómo podemos saber si las técnicas utilizadas están dando resultados a nivel grupal?, el terapeuta debe realizar múltiples evaluaciones sobre el grupo y sus integrantes (tanto a nivel personal como grupal) por esto a continuación vamos a explicar la forma en que debe producirse esta observación.
8. Observación y registro de la dinámica grupal
Es necesario constatar el funcionamiento de un grupo para tomar decisiones que incidan sobre sus dinámicas y sobre su propio funcionamiento (por ejemplo a través del cambio de normas grupales). Una de las técnicas más importantes de la evaluación es la observación sistemática, que requiere una concretización de lo que se quiere observar, para ser llevada a cabo de una forma efectiva. Para realizar una observación grupal (que no tiene por qué ser sistemática) podemos utilizar los siguientes instrumentos de evaluación:
- el diario de sesiones (una vez terminada la sesión se recogen los datos más interesantes de la misma),
- los protocolos de observación (seguir un pequeño guión de aspectos que se quieren observar),
- los registros de observación sistemática (es un registro muy estructurado en el que se recoge la información en el momento en que se produce, lo observable está explicitado en el registro) y
- los anecdotarios (se recoge la información en el mismo momento en que acontece el hecho). Los datos obtenidos deben originar un informe que contenga un análisis de la situación y una propuesta de mejora.
Se dice que la observación es interna cuando es realizada por personas que pertenecen al grupo. Se puede rotar en cada sesión la persona que tiene que evaluar al grupo, realizando el registro de información una persona diferente por cada sesión. La observación es externa, cuando una persona exterior al grupo pero implicada con él realiza la recogida de datos.
Cuando es necesario constatar la información de varios observadores, se usa la técnica de triangulación, en la que se conjugan diferentes puntos de vista en un informe unitario. En ocasiones, una persona que observa puede distorsionar la dinámica grupal habitual, para evitarlo, la observación se puede realizar a través de una grabadora o por una cámara de video, siempre pidiendo el permiso a los integrantes del grupo a la hora de utilizarlas.
Juan Carlos Santos Cougil
(2011 ) http://liredazgo.blogspot.mx/2011/03/roles-liderazgo-y-dinamica-de-grupos.html
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